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La salvación

Por Robert B. Ives

La salvación es una palabra ampliamente usada en el cristianismo. Significa libertad del pecado y del enemigo. Significa ser traí­do a la seguridad del Reino de Dios. Significa tener vida en abundancia (Juan 10:10). La Salvación tiene un doble carácter, salvación del pecado y salvación a vida eterna.

Una idea común sobre la salvación es que una persona llega a ser convertida y entonces habla de ser salvo. ¡Punto final! ¡El fin! Para los Hermanos en Cristo la salvación es más que esto. Es recibir una nueva vida a travez de Cristo la cual se expresa en el discipulado. El énfasis no es simplemente sobre un acto de gracia de Dios (aunque creemos esto, Efesios 2:8-9), pero hacemos también un énfasis en el discipulado. Esta es la manera en que los evangelios enfatizan la salvación, y los Hermanos en Cristo se adhiren seriamente a las enseñanzas de los evangelios y las epistolas.

La otra idea común sobre la salvación es que cuando las personas llegan a ser convertidas, ellas son únicamente responsables a Dios por sus vidas. Para los Hermanos en Cristo, una persona que viene a Dios debe mantener una relación buena con los hermanos y las hermanas. Uno no puede ser un cristiano solitario. Todos los hermanos son parte de un cuerpo. Solo de esta manera es posible llevar las cargas los unos de los otros y cumplir la ley de Cristo.(Galatas 6:2).En vez de enfatizar solo la salvación, el ser parte de una comunidad es la idea distintiva de nuestro punto de vista.

Entre muchos cristianos la definicion de la salvación tiene como í¨nfasis la justificacion, la santificación y la glorificación. En este enfoque, la justificación es la manera que Dios pone bien a las personas consigo mismos, una idea biblica que se encuentra en Romanos 3:20-21. La santificación es la experiencia y el proceso de llegar a ser santo según lo sugiere 2 Corintios 7:1. La glorificación es la condicion que nosotros recibimos al entrar al Reino Celestial.

Los Hermanos en Cristo ven las cosas de manera diferente. Los Hermanos en Cristo tienen otra perspectiva, su í¨nfasis sobre la salvación comienza con la regeneracion (Tito 3:5). La regeneración significa que el creyente es hecho nuevo (2 Corintios 5:17), no simplemente que ha sido declarado estar bien con Dios. Ser hecho nuevo es un acto de Dios en la vida de una persona por la obra del Espí­ritu Santo (Juan 3:3-8) a travez del nombre y poder de Jesus. Lo significativo de la obra de Jesús para nuestra salvación es clara: La salvación no se encuentra en otra persona, «porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres por el cual podamos ser salvos»(Hechos 4:12. El contexto hace bien claro que el nombre es «Jesús»). Como una evidencia de su salvación la persona regenerada, a travez del poder del poder del Espí­ritu Santo, testifica de lo que ha sucedido en su vida y anhela que lo mismo le suceda a otros (Romanos 10:1). La salvación quiere decir que la persona viene a cambiar verdaderamente, con un nuevo carácter y un nuevo comportamiento.

En nuestra condición natural nosotros no somos salvos. Nosotros estamos lejos de la salvación de Dios (Isaias 59). Pero por un regalo-esto es por la gracia-somos puestos bien con Dios mediante la fe en Jesucristo. Esta es la salvación. Dios limpia al pecador con el poder de la sangre y la resurreccion de Jesucristo. Dios limpia al pecador del pecado. Normalmente la evidencia subjetiva de nuestra salvación es un «corazon que arde»(Lucas 24:32). Sin embargo, la evidencia mas importante de nuestra nueva vida en Cristo es nuestro compromiso con El, como el Señor.

El que cree en Jesus tiene vida eterna. La vida eterna define una calidad de vida. La vida eterna es la vida de Dios. Nosotros mismos somos incapaces de experimentar esta vida. La fe en Jesus lo hace posible porque por su Espí­ritu Santo, Jesus obra un cambio verdadero en nuestras vidas. Este cambio comienza ahora, no en el futuro celestial.

La regeneración conduce al discipulado. Jesús dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí­, niéguese a sí­ mismo, y tome su cruz, y sí­game» (Mateo 16:24). Ser discipulo quiere decir seguir a Jesús por toda la vida.

Porque la salvación significa rescate de todo lo que nos arruina en esta vida y de la que viene, esta involucra más de un acto único. La salvación es un proceso y una experiencia de toda la vida. Hay fuerzas perversas trabajando para destruirnos espiritualmente. Es por eso qué Jesús nos enseñó a orar por dos peticiones fundamentales: «Perdónanos nuestros pecados, porque tambí­en nosotros perdonamos a todos los que nos deben» y «No nos metas en tentación mas libranos del mal.»(Mateo 6:12-13). Oramos con fe y creemos que Dios nos librará, pero su rescate esta relacionado con el discipulado y nuestras vidas diarias al tratar de servir a otros y no meramente a nosotros mismos.

Las denominaciones que como los Hermanos en Cristo afirman la obediencia en el discipulado se enfrentan con el peligro del legalismo.Uno pudiese preguntarse,por ejemplo, ¿pudiese la salvación ocurrir si uno no abandona el orgullo? Pero entonces el problema esta en como uno puede determinar si uno es orgulloso. Nuestro compromiso con la crencia que la iglesia debe ser visible significa que la obediencia debe expresarse en términos concretos. De ahí­ la posibilidad del legalismo. Mientras que existe el peligro de medir el nivel de la vida espiritual por las practicas externas, como la asistencia a la iglesia, el fumar, la participacion en los juegos de azar, el beber alcohol, etc., existe también el peligro de creer que estas cosas externas se consideren como que no significan nada.

El discipulado es un fruto indicativo de la salvación. Significa un compromiso total de toda la vida, tomando la cruz para seguir a Jesús. Jesús dice en Mateo 10:22, «El que persevere hasta el fin, éste será salvo.» Nosotros recibimos ayuda en el proceso de la salvación. Jesus «puede también salvar perpetuamente a los que por El se acercan a Dios viviendo siempre para interceder por ellos» (Hebreos 7:25).

La salvación nos rescata de las tinieblas, del pecado y de la muerte. La salvación también incluye el ser adoptados y rescatados para vivir una vida de obediencia. Para los Hermanos en Cristo, «la salvación» es una palabra comprensiva que incluye experiencia individual, relaciones, y servicio.